¿CÓMO LO DEMUESTRO?

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Cada vez se utiliza la Grafología para resolver situaciones que, en principio, son difíciles de descifrar. Nos convertimos en verdaderos “detectives” de la escritura y los resultados que obtenemos suelen ser, muchas veces, decisivos en procedimientos judiciales.

Últimamente nos requieren para ayudar a confirmar, en procesos de separación, cosas muy diversas; por ejemplo, en mi último trabajo, me pedían que valorase la existencia de los malos tratos que había sufrido una chica por parte de su marido.

La demostración, que se podría entender como imposible, se resolvió contando con escrituras de esta chica de hace 4 años y escritos realizados en la actualidad. Resulto curioso comprobar que en este tiempo los cambios sufridos habían sido tan exagerados que incluso parecía otra persona; era una chica amable y confiada, estable emocionalmente, afectiva y abierta sin reservas pero en la actualidad se había hecho reservada, temerosa, insegura, con una gran inestabilidad emocional y una fuerte tendencia a protegerse. Está claro que este cambio, negativo para ella, se debe a un impacto emocional fuerte y a una necesidad de defenderse de un entorno hostil.

También recuerdo otro caso en que era necesario demostrar que las tendencias obsesivas de posesión habían llevado a una chica a separarse de su pareja, ella relataba que su marido no quería que se relacionara con nadie, incluso le pedía constantemente que dejara de trabajar porque tenía que trabajar con hombres, no le permitía tan siquiera ver a su familia, tenía unos celos patológicos. Para él tenía que quedarse en casa porque con el sueldo de él era suficiente para vivir.

En este caso me entregó varios escritos de su marido y se pudieron constatar las señales de patología; en principio era una persona obsesiva y además se advertían celos muy acusados y una fuerte tendencia a mandar y dirigir las situaciones. Esto se pudo demostrar en una primera vista judicial gracias al análisis grafológico porque el marido se había negado a someterse a pruebas psicológicas o psiquiátricas. A partir de ahí el juez le obligó a someterse a un estudio más exahustivo.

Hay muchos casos más que podría comentar porque cada vez, con mayor insistencia, los abogados acuden a nosotros para ayudarles en determinadas situaciones que entienden que pueden resolver o aclarar a través de un análisis de la letra.

 

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