Si preguntáramos a la gente: ¿Qué harías tú para bajar 4 ó 5 kilos de peso? (lo que equivale a una talla menos de ropa) la gran mayoría contestaría correctamente: UNA DIETA.
Entonces, ¿por qué a veces cuesta tanto, nos estancamos, la báscula parece que se ha quedado fija y sobretodo cuesta mantener el peso perdido? El cuerpo requiere algo más que restricción calórica para poder adelgazar a largo plazo y no recuperar el peso perdido.
La restricción en lo que comemos sí ayuda a producir un balance calórico negativo y por lo tanto, fomenta una pérdida de peso, pero al cabo de un tiempo, el cuerpo intenta compensar dicha reducción con una disminución en el metabolismo basal entrando en una fase de estancamiento o meseta.
Hay que ir adaptando la dieta así como realizar alguna actividad física (aunque sea caminar) para superar esa fase. Por otro lado y para no caer en el desánimo, es importante saber que no es lo mismo volumen que peso, es decir, no perder peso, no siempre significa que estemos estancados o haciendo mal las cosas. El volumen está dado por el espacio físico que ocupa un cuerpo, mientras que el peso es una cosa distinta y puede variar en función de la densidad de dicho cuerpo.
Por eso, volumen y peso no van de la mano siempre. Si aumentamos el músculo y reducimos el volumen seguramente pesaremos lo mismo, incluso un poco más, ya que el músculo ocupa menos espacio a igual peso como se aprecia en la imagen que representa 1 kg de grasa y la misma cantidad de músculo.
ALGUNOS ERRORES Y CONFUSIONES AL HACER DIETA
Son frases típicas que me han venido repitiendo a lo largo de los 25 años en la consulta. Anécdotas que pueden acabar con cualquier plan dietético.
Es muy frecuente oír la siguiente frase:
Yo como muy poco sin poner en duda su palabra, hay que señalar que el mucho y el poco siempre es relativo. Si su pareja come mucho, puede que a su lado usted coma poco, pero ese poco puede resultar demasiado para su organismo.
Total me he comido una ensaladita…pero al preguntar, resulta que la ensalada es la “especial de la casa” con tomate, queso, atún, jamón York… y a veces hasta lechuga.
Realmente el paciente cree que lo está haciendo bien, porque a grandes rasgos hace lo que se le indica. También hay que tener en cuenta una serie de situaciones y alimentos concretos que pueden perjudicar el resultado de la dieta:
Cambios en el entorno personal pueden influir en el resultado de la dieta. Cambios en el trabajo, de comer en casa a comer de menú, de estar solo/a a estar en pareja… o de repente cambia “el cocinero” (pasa a cocinar el marido, la suegra…)
Mucho cuidado con el aceite de aliñar las ensaladas, los alimentos Light, las galletas de fibra o integrales, los zumos… tener un 30% menos de materia grasa no significa que se puedan tomar libremente.
¡Ojo con los fines de semana…!
La dieta debe estar personalizada y debe adaptarse a las necesidades de cada uno según la edad, las características físicas, el trabajo, el entorno… no hay dietas universales. La dieta debe ser como el patrón de un traje que hay que ajustar a las medidas de cada cuerpo.
Llevar un diario de lo que comemos nos ayudará a perder peso. Comemos más de lo que creemos, sobre todo entre horas. Ese trocito de queso mientras cocinamos, pesa en nuestro estómago pero no en nuestro cerebro. Hay que apuntarlo todo incluyendo esos “detalles” que pasan desapercibidos.
Con la llegada de la primavera, muchas personas se plantean perder unos kilos y ponerse en forma y unas recomendaciones serian:
1.- SIGA EL IMPULSO de un momento dado. No importa que sea un martes por la tarde. Aproveche la inercia para empezar. No espere al Lunes.
2.- PLANIFIQUE SU NEVERA y despensa con lo que necesitará para una primera semana. Lleve una lista con lo que va a comprar y no se salga “Si no lo ve en casa, no le tentará por la noche”.
3.- ESCONDA LA BASCULA durante la primera semana. Pésese el primer día y no vuelva a hacerlo hasta después de siete. Es mucho más agradable ver como deja de ajustarle una prenda o se puede poner ese vaquero que no subía.
4.- EL LAPIZ ADELGAZA. Anote en un diario absolutamente todo lo que come cada día. Hasta un caramelo. Le será de gran ayuda para poder hacer cambios es sus hábitos. Haga la prueba ¡se sorprenderá!
5.- SI SUCUMBE A LA TENTACION un día….no abandone. Un paso hacia atrás no impide un camino hacia delante. Incluso a veces es necesario para coger de nuevo carrerilla.
Si decide seguir un régimen alimenticio para bajar de peso, alimentarse mejor o mejorar su salud, deberá tener claro que dicho propósito lleva incluido un esfuerzo lo que significa que deberá vencer ciertas tentaciones, pero que sin duda, le va a merecer la pena y es en este punto donde nos encontramos los médicos y profesionales de la salud, para conseguir que su propósito llegue a la meta con el menor esfuerzo posible y de la manera más saludable.
Clínica Cunill