Si tienes hijos, probablemente recuerdes el momento en que perdiste se les cayó primer diente. Esperabas con emoción que el ratoncito Pérez viniera y se llevara tu diente de leche, dejando algunas monedas o billetes a cambio.
Aunque muchos padres conservan el primer diente caído de sus hijos, tendemos a deshacernos de ellos. Sin embargo, si tus hijos aún son pequeños, es posible que quieras conservar todos los dientes de leche que se les caigan a tus hijos.
Los científicos y los médicos están animando a los padres a quedarse los dientes de leche de sus hijos, y las razones por las que sucede esto no tiene nada que ver con el sentimentalismo.
Los dientes de leche son ricos en células madre
Resulta que hay una abundancia de células madre presentes en sus dientes y que potencialmente podrían salvar sus vidas más adelante.
Las células madre a menudo se utilizan para tratar enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer y ciertos tipos de cáncer. Muchas personas a las que se les han diagnosticado estas afecciones tienen que esperar largos períodos de tiempo para encontrar una compatibilidad adecuada con la médula ósea.
Sin embargo, si a tu hijo se le diagnostica alguna vez una de estas enfermedades y te quedas y guardas esos dientes de leche, las células madre que contienen se pueden utilizar en el tratamiento, y no tendrás que esperar a un donante.
Guardar los dientes en lugar adecuado
La próxima vez que tu hijo pierda un diente, no te deshagas de él. Existen organizaciones como Tooth Bank que se especializan en almacenar dientes de leche de la manera apropiada y segura.
Si los dientes no se almacenan correctamente, las células madre presentes en ellos pueden no ser capaces de ser cosechadas si alguna vez surgiera la necesidad. Y no son sólo los dientes de leche de tus hijos los que se pueden almacenar para su uso futuro.
Cualquier muela que se extraiga (incluyendo las muelas del juicio) puede ser útil más adelante, así que habla con el dentista de tu hijo sobre el almacenamiento de las piezas dentales si está previsto que le extraigan alguna.
Ningún padre quiere considerar la idea aterradora de que su hijo pueda ser diagnosticado con una enfermedad potencialmente mortal. Sin embargo, si tomas medidas como almacenar sus dientes, puedes marcar una gran diferencia en el tratamiento si algo así sucediera alguna vez.