Cuando viene a mi despacho un paciente algo que suelo hacer en la primera sesión de terapia es pedirle que me haga un escrito de unas diez líneas y me lo firme después.
Resulta curioso ver la cara que ponen cuando les digo por ejemplo “eres bastante dominante y no te gusta recibir órdenes” o “eres una persona muy ordenada, sueles hacer muy bien las cosas” o “Te paras demasiado a pensar antes de iniciar cualquier proyecto”, “Te cuesta tomar decisiones”, “Eres introvertido, prefieres estar en ambientes donde no haya demasiadas personas” etc. Se trata de pequeñas “pinceladas” de la personalidad, alguna cosa que se ve a simple vista al analizar una letra, sin hacer valoraciones de ningún tipo. Estos primeros datos siempre le resultan curiosos a la persona que tengo delante, además, al ser algo que se ve en un primer momento la persona reconoce con facilidad en su forma de ser.
Más adelante, en unas cuantas sesiones, suelo hacerles un informe completo de personalidad, en él aparecen todos los datos (Conocidos y un poco más ocultos) de su carácter y su forma de ser. Aquí hay algunas cosas en que la persona no está tan de acuerdo; siempre me ha llamado la atención por ejemplo en el tema del Orden; cuando aparece en el informe que la persona es desordenada hay veces en que me dicen: “Yo soy muy ordenada”… y claro, parece que en el informe hay un error, pero:
¿Cuándo se considera una persona ordenada? ¿En qué criterios se basa para decirlo?
Las referencias más claras, y aquellas con las que todos nos valoramos son nuestra familia y las personas que tenemos alrededor. Si todos los que nos rodean son caóticos, un desastre… pues nosotros vivimos con la idea de que somos muy ordenados porque de vez en cuando arreglamos nuestra habitación o recogemos las cosas. Pero, el orden es algo más profundo algo que debería salir sin necesidad de tener que hacer un esfuerzo para ello y estas personas en realidad lo que hacen es ordenar las cosas (Está claro que si se ordenan es porque en algún momento han estado desordenadas). Esto es algo que no todo el mundo entiende pero es sencillo, la persona ordenada tiene “cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa”
También cuando aparece la palabra “egoísmo”, la persona se siente un poco ofendida, pero ser egoísta es algo innato en la persona y además si no pensamos en nosotros mismos ¿Quién lo hará?, el problema, en este caso es el grado de egoísmo, lógicamente cuando es muy elevado sería negativo.
Y también cuando se le dice a alguien que tiene “sentimiento de inferioridad” no suele estar muy de acuerdo y le parece un “insulto”, pero si bien lo miramos…
¿Hay alguien que no tenga alguna parcela de inferioridad?
Siempre hay pequeñas cosas de nosotros mismos que no nos gustan demasiado (El exceso o defecto de peso, el nivel de estudios, el tipo de trabajo, el no tener pareja, etc.) y es algo bastante normal. Lo importante aquí es saber qué se hace con esa inferioridad; hay personas que lo que hacen es ocultarla mostrando una imagen un poco altiva ante los demás, con eso nadie lo nota pero tampoco hace ningún esfuerzo por vencerla. Otras intentan dar pena siempre para no enfrentarse con sus problemas… pero otras lo que hacen es luchar para sentirse bien, para superarse día a día (Hacer una dieta, estudiar, buscar un trabajo más satisfactorio…)
Como estas hay muchas otras cosas que podría seguir mencionando pero está claro que las personas no nos conocemos en profundidad, nos quedamos en lo superficial, y también nos faltan referencias generales con las que poder compararnos. La Grafología profundiza tanto que a veces tenemos que pensar y analizar cada dato para darnos cuenta que en realidad somos así, pero nos conocemos poco porque no hacemos el esfuerzo de pensar en ello.
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