La cirugía de nariz o rinoplastia es la técnica quirúrgica que se encarga de mejorar las proporciones de la nariz con respecto a la cara.
También se utiliza para corregir problemas de respiración causados por defectos estructurales en la zona nasal.
Una rinoplastia estética y una rinoplastia funcional se realizan con diferentes objetivos:
- Modificar el tamaño de la nariz para recuperar el equilibrio facial.
- Cambiar la anchura en el puente o el tamaño y la posición de las aletas.
- Corregir la desviación del tabique nasal o la asimetría nasal.
- Minimizar la giba nasal o “caballete” prominente.
- Modificar la punta de la nariz que puede ampliarse al ser demasiado estrecha o modificarse al estar caída o ser demasiado ancha.
- Tratar de recuperar una nariz con problemas por consumo de coca.
Aunque la técnica y el precio de la rinoplastia ultrasónica o tradicional que se emplea, es la misma a la hora de intervenir a hombres y mujeres, existen bastantes diferencias tanto en los criterios estéticos que debe tener en cuenta el mejor cirujano en rinoplastia, como en la anatomía de la nariz entre ambos sexos.
Normalmente, las narices de los hombres tienden a ser más prominentes que las de las mujeres, con un puente más alto y unos cartílagos más rígidos y amplios.
Los hombres tienden a tener una piel más gruesa en la nariz, con un soporte óseo más fuerte, que guarda relación con el tamaño del esqueleto facial.
¿Cómo es la nariz perfecta de hombre?
La idea de la «nariz perfecta» para un hombre es subjetiva y puede variar ampliamente según las preferencias culturales, personales y las tendencias estéticas.
Mientras que la nariz femenina preferida suele ser pequeña y delicada con una ligera inclinación, las narices masculinas deben estar bien definidas y ser fuertes.
En lugar de tener una inclinación, deben ser rectas. Algunos hombres prefieren incluso una ligera joroba, ya que esto confiere a la nariz un atractivo masculino.
Sin embargo, en términos generales y desde un punto de vista estético convencional, ciertas características suelen ser consideradas como ideales:
- Proporción y Simetría: Una nariz que está en proporción con el resto de los rasgos faciales y es simétrica suele ser vista como más atractiva.
- Perfil Recto o Ligeramente Curvado: En muchos casos, se prefiere un perfil nasal recto o ligeramente curvado hacia adentro.
- Punta Definida pero no Excesivamente Pronunciada: Una punta nasal bien definida, que no sea ni demasiado puntiaguda ni demasiado redondeada.
- Anchura Adecuada: Una nariz que no sea ni demasiado ancha ni demasiado estrecha en comparación con el ancho de la cara.
- Ángulo con el Labio Superior: Se suele considerar atractivo un ángulo natural y armonioso entre la nariz y el labio superior.
Es importante destacar que estas características son solo generalizaciones basadas en tendencias estéticas que pueden cambiar con el tiempo y varían entre diferentes culturas y grupos étnicos. La percepción de la belleza es altamente subjetiva, y lo que es considerado como «perfecto» para una persona puede no serlo para otra.
En la actualidad, hay una creciente aceptación de la diversidad en la belleza y un reconocimiento de que la autenticidad y la naturalidad son también rasgos atractivos. Por lo tanto, la idea de una «nariz perfecta» es cada vez más personal y menos definida por estándares universales.
Nariz ancha en el hombre
Lo ideal es que la nariz bonita mida aproximadamente 1/5 de la anchura de la cara.
En general, la anchura de toda la nariz (anchura de las fosas nasales) no debe ser mayor que la distancia entre los ojos.
En otras palabras, las fosas nasales deben caber entre las líneas imaginarias trazadas desde el interior de cada ojo.
Cuando esto no sucede hablamos de nariz ancha en el hombre o la mujer.
Nariz fina en el hombre
Una nariz fina de hombre se ve generalmente como estrecha cuando se mira de frente a la cara de una persona.
Los pacientes se quejan de una nariz que parece demasiado estrecha con menos frecuencia que de una nariz demasiado ancha. A veces una nariz se vuelve demasiado estrecha después de una intervención de rinoplastia. Normalmente, una nariz estrecha puede tener también una vía respiratoria interna estrecha.
Nariz respingada de hombre
Nariz respingada o respingona.
La nariz respingona, a veces conocida como «la Mirren», ya que se parece a la nariz de la actriz Helen Mirren, se caracteriza por su distintivo aspecto fino y puntiagudo.
Las personas con nariz respingona también notarán que tiene una silueta más pequeña y ligeramente redondeada con una sutil inclinación hacia arriba en la punta.
¿Qué resultados persiguen hombres y mujeres?
La nariz de la mujer está más definida y es más delicada en comparación con la nariz masculina: es más respingona y tiene una punta más fina. Puede ser ligeramente más corta que la del hombre.
Según el origen étnico puede haber grandes diferencias en el ancho nasal, dorsal, en el posicionamiento de la joroba y en el ángulo labio-columelar.
La segunda gran diferencia entre hombres y mujeres es el resultado final deseado tras una rinoplastia. Existen grandes diferencias en la “nariz ideal” para cada género.
La mayoría de los hombres prefieren un dorso nasal recto, que imprime más carácter y fuerza al rostro, mientras que las mujeres apuestan por un dorso más curvado, que aporta una apariencia delicada y femenina.
Para los hombres, la punta de la nariz suele ser menos fina y delgada que en la mujer, y se coloca con un ángulo entre el labio superior y la nariz comprendido entre 90 y 95 grados.
Las mujeres prefieren una nariz más pequeña; a menudo con una punta más girado hacia arriba. Muchas prefieren realizarse una muesca sutil a lo largo del puente, justo encima de la punta. Esta característica no es deseable en los hombres, ya que hace que hace la punta más femenina.
En una mujer la longitud de la nariz es inferior a la del hombre. Normalmente debe arrancar a la altura, o un poco por debajo, del pliegue que forma el párpado superior. La nariz del hombre puede iniciarse por encima.
El paciente que decide someterse a una rinoplastia debe estar preparado y tener muy claro el objetivo estético que persigue. Consultar imágenes del ante y el después de operaciones puede ayudar a clarificar esos objetivos.