Fisioterapia y Sindrome de Down

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El ser humano, normalmente, tiene 46 cromosomas distribuidos en 23 pares, en cada una de sus células diploides. Cuando se diagnostica a un niño con Síndrome de Down, implica que uno de sus pares presenta tres cromosomas en vez de dos, generalmente el 21. A esto, le acompañan una serie de síntomas asociados que marcarán la clasificación y encaje de ese niño en una sociedad estandarizada, que le dirá qué pronóstico de vida tiene y qué podrá o no hacer con ella.

Pero un niño con Síndrome de Down es mucho más que eso. Una etiqueta o una serie de rasgos no van a determinar lo que será de él el día de mañana. Si bien hasta hace unos cuantos años su integración en las actividades cotidianas de la sociedad era menos habitual, se ha comprobado que con una buena intervención temprana, estos niños adquieren un montón de estrategias con las que integrarse de forma satisfactoria en su entorno.

Ahora mismo podemos ver a personas con esta afectación desempeñando un papel relevante en nuestra sociedad. Un gran ejemplo sería Pablo Pineda, maestro, conferenciante y actor español que ha roto innumerables barreras y derribado los prejuicios sociales hacia este síndrome. Diplomado en magisterio y a muy poco de ser licenciado en psicopedagogía, lo podemos ver en numerosas campañas de concienciación y sensibilización. Pero no es el único ejemplo. También es fácil ver noticias por sus logros sobre Sara Marín, la diez veces campeona de España de gimnasia rítmica que se volvió de los Trisome Games en 2016 con 5 medallas de oro en las disciplinas de mazas, aro, pelota, cinta y categoría general. Eros Recio, el primer bailarín profesional con Síndrome de Down, también es un claro ejemplo de que una simple etiqueta médica no determina lo grandes que pueden llegar a ser estos chicos el día de mañana. Premiado en numerosos países por sus danzas y promotor de la danza inclusiva para personas con diversidad funcional, sigue interpretando y homenajeando a genios mientras continúa con una intensa tarea de relaciones con los principales coreógrafos actuales.

¿Pero qué hay detrás de estas increíbles personas que han conseguido romper todos los moldes en los que la sociedad les ha intentado encajar? Detrás hay un trabajo inmenso que, desde pequeños, les ha ayudado a desarrollar sus capacidades para interactuar con su entorno. Mejorar sus limitaciones propias y fomentar aquellas destrezas que les hacen únicos es lo que termina eliminando las barreras que les rodean.

¿Cómo ayuda la fisioterapia a estos niños?

De 0 a 6 años, la plasticidad cerebral del ser humano es asombrosa, y todas las experiencias y aprendizajes que hagamos a esa edad con ellos, determinarán su matriz de desarrollo. Si trabajamos correctamente, a través de la motivación y el juego, podremos mejorar su motricidad, equilibrio, coordinación y otorgarle diferentes estrategias que le ayuden en su desarrollo motor y cognitivo.

La fisioterapia especializada en desarrollo infantil es una herramienta imprescindible para mejorar su calidad de vida y su interacción con el entorno. Dentro de las diferentes áreas que se pueden trabajar con estos niños, las destrezas motoras son importantísimas para mejorar su desarrollo.

 

Clínica Alcubo