Científicos descubren que la soja en realidad acelera el cáncer de mama, en lugar de prevenirlo

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Informes anteriores de varios científicos, tanto en publicaciones de renombre como en fundaciones contra el cáncer, han subrayado la importancia de la soja para reducir el cáncer de mama. Mientras tanto, ha habido mucha investigación para contradecir estas afirmaciones y oponerse completamente a ellas. Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York que estudian el cáncer de mama invasivo están advirtiendo a las mujeres que agregar soja a su dieta acelerará el ritmo de diseminación de las células del cáncer de mama.

Los chinos no comían soja sin fermentar como lo hacían otras legumbres como las lentejas porque la soja contiene grandes cantidades de toxinas naturales o «antinutrientes». El primero de ellos son los potentes inhibidores enzimáticos que bloquean la acción de la tripsina y otras enzimas necesarias para la digestión de proteínas.

Estos inhibidores son proteínas grandes, fuertemente plegadas que no desaparecen completamente durante la cocción ordinaria. Pueden producir un grave malestar gástrico, una digestión reducida de proteínas y deficiencias crónicas en la captación de aminoácidos. En animales de laboratorio, las dietas ricas en inhibidores de tripsina causan agrandamiento y condiciones patológicas del páncreas, incluyendo cáncer.

Acelera la progresión del cáncer de mama

Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center compararon tejidos tumorales de antes y después de un régimen de 30 días de consumo de un suplemento de soja mientras un grupo de control tomaba un placebo. Encontraron cambios en las expresiones de ciertos genes, que se sabe que promueven el crecimiento celular, en aquellas mujeres que toman el suplemento de soja.

Los hallazgos los llevaron a concluir que la proteína de soja podría potencialmente acelerar el progreso de la enfermedad. El estudio afirma: Estos datos suscitan la preocupación de que la soja pueda ejercer un efecto estimulante sobre el cáncer de mama en un subconjunto de mujeres».

Miles de mujeres ahora consumen soja con la creencia de que las protege contra el cáncer de mama. Sin embargo, en 1996, los investigadores encontraron que las mujeres que consumían aislado de proteína de soja tenían una mayor incidencia de hiperplasia epitelial, una afección que presagia tumores malignos. Un año después, se descubrió que la genisteína en la dieta estimula a las células mamarias a entrar en el ciclo celular, un descubrimiento que llevó a los autores del estudio a concluir que las mujeres no deberían consumir productos de soya para prevenir el cáncer de mama.